Worldcoin seguirá sin escanear el iris de los españoles. La empresa de criptomonedas participada por Sam Altman, cofundador y consejero delegado de OpeAI, se ha comprometido de forma jurídicamente vinculante a no reanudar su actividad en España hasta finales de año o hasta que la autoridad de protección de datos de Baviera (BayLDA), donde está ubicada la empresa a través de la que opera en Europa, resuelva si sus prácticas son legales.
El anuncio se produce pocos días antes de que expiren los tres meses de suspensión de la actividad impuestos por las medidas cautelares ordenadas por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). El organismo prohibió en marzo a Tools for Humanity, la empresa que está recogiendo y almacenando las imágenes en alta definición del iris de los usuarios de Worldcoin, seguir escaneando el iris de sus usuarios, lo que la compañía denomina “prueba de humanidad” y usa para asociar cada cuenta de criptomoneda a un usuario específico.
El director general de Tools for Humanity, Michael Will, comunicó su decisión a la AEPD el pasado 28 de mayo. En la carta, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, se ofrece una colaboración plena con la Agencia y con su homóloga bávara, BayLDA. “Por la presente, declaramos de forma legalmente vinculante para usted [en referencia a Mar España, directora de la AEPD] y para la BayLDA que no recopilaremos ni trataremos de otro modo ningún dato personal a través de ningún registro de Orb en España hasta el final del año natural 2024, o si es antes, hasta que haya una decisión final (…). Tenga en cuenta que esta declaración constituye una oferta jurídicamente vinculante”, se señala.
Tools for Humanity apuesta, pues, por la cooperación con las autoridades. La decisión contrasta con su amenaza el pasado mes de marzo de tomar medidas legales contra la AEPD por prohibirle seguir operando en el país.
La medida cautelar ordenada contra Worldcoin, que fue avalada por la Audiencia Nacional, llegó tras recibir la AEPD al menos 13 reclamaciones en las que se denunciaba una información insuficiente a los usuarios sobre lo que se iba a hacer con sus datos, la captación de datos de menores o que no se permitiera la retirada del consentimiento, entre otros. Tools for Humanity recogió desde el verano hasta fotografías en alta resolución del iris de 400.000 usuarios a cambio de unos 80 euros en la criptomoneda worldcoin, que se depositaba en un monedero personal. Algunos usuarios tuvieron problemas luego para cambiar sus criptomonedas a euros.
El fenómeno Worldcoin se hizo visible en marzo, cuando se organizaron colas en varios centros comerciales de toda la geografía española. Fueron esos los lugares elegidos por la empresa para colocar sus orbes, unas bolas con escáner de iris. Sin registrar el ojo no se puede abrir una cuenta en Worldcoin.
Los datos biométricos son especialmente delicados porque son inmutables. Podemos cambiar de contraseña o de domicilio, pero el patrón que describe la forma del iris de cada persona es único y apenas cambia con el paso de los años. El iris es un método de identificación más eficaz que el escaneado de rostro que llevan a cabo los sistemas de reconocimiento facial. Debido a la sensibilidad de estos datos, tienen un tratamiento especialmente estricto por el Reglamento General de Protección de Datos, la norma europea de referencia. De ahí que muchos expertos en privacidad no dieran crédito estas últimas semanas a que una empresa se pudiera poner a recoger datos de iris a la vista de todo el mundo y sin dar apenas información a los afectados.
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